Sueños lúcidos: El poder de controlar tus sueños

Ya os hablamos de qué eran los sueños en un artículo anterior. Hoy nos toca adentrarnos en los Sueños lúcidos: El poder de controlar tus sueños.

Decidir lo que soñamos es algo que seguramente a muchos de nosotros nos gustaría lograr. Pero, si preguntamos a la gente hoy en día, la mayoría responderán que es imposible con una sonrisa de sorna en sus labios. Pero lo cierto es que es algo muy real y mucho más frecuente de lo que pensamos. A este fenómeno se le denomina: Sueños lúcidos.

Aunque conocido desde la más remota antigüedad, el sueño lúcido no ha sido estudiado con seriedad en nuestra cultura occidental hasta finales de los años 70 del pasado siglo. Incluso hoy, aunque ya contamos con innumerables estudios sobre su naturaleza que demuestran taxativamente su existencia, algunos psicólogos se empeñan en no querer admitir este tipo de sueños como sueños reales. Intentan trivializarlos como si se tratasen de una especie de alucinación que ni es un sueño real, ni nos da un control verdadero.

Sin embargo (y en este caso puedo hablar desde la experiencia personal), más allá de la tozudez absurda de algunas ramas de la ciencia convencional, todos aquellos que tenemos este tipo de sueños de forma habitual, sabemos que son absolutamente reales y no necesitamos que nadie certifique lo que experimentamos cada noche.

El sueño lúcido comienza como un sueño convencional, pero existe un punto de inflexión en que el soñador se hace consciente de que está en un sueño. Es lo que solemos denominar despertar dentro del sueño.

Este «despertar» puede producirse de manera espontánea, pero en múltiples ocasiones ocurre al observar algo que rompe la lógica o coherencia del sueño. Por ejemplo, podemos estar leyendo un libro y, al volver a leer una página por segunda vez, comprobar que el texto ha cambiado o, simplemente, observar un fenómeno extraño como una persona volar o un elemento del paisaje cambiar sin más.

Esta ruptura de la lógica provoca el pensamiento inmediato de «estoy soñando» y, a partir de ahí, el soñador toma control completo del sueño con plena consciencia. Esto supone, para los soñadores lúcidos más avanzados, adentrarse en un auténtico mundo Matrix donde todo es posible y el soñador es el único Dios.

Sé que para quienes no los han experimentado todo esto puedo sonar a ciencia ficción, ya que algunas películas han jugado con estos conceptos como Inception de Nolan. Pero no os dejéis engañar, son reales y permiten una experiencia mucho más intensa que cualquier realidad virtual que la tecnología sea capaz de lograr. De hecho, lo que está ahora en cuestión no es si los sueños lúcidos existen o no, sino hasta que punto lo que aparece en ellos es mera imaginación o es la puerta a otras realidades. Pero eso es otra cuestión que abordaremos más adelante.

Lo indudable es que, más allá del aspecto lúdico de este tipo de sueños, la ciencia ha empezado a entender que abren puertas de conocimiento sobre nuestra psique hasta ahora vedadas.

Se ha demostrado que los sueños lúcidos modifican la estructura del cerebro, lo que abre posibilidades casi infinitas.

El entrenamiento de habilidades deportivas en sueños, el aumento de la capacidad creativa de artistas y el tratamiento de enfermedades como la depresión, la narcolepsia e incluso la esquizofrenia, están siendo estudiados en la actualidad con resultados muy esperanzadores.

Pero, también existen ciertos peligros que no podemos obviar. El soñador lúcido puede verse arrastrado a una especie de adicción que le haga buscar este tipo de sueños de forma obsesiva, con graves prejuicios para su salud. Por otro lado, existe la posibilidad de perder la capacidad de distinguir entre la realidad y el sueño, algo que, desgraciadamente, vamos a ir viendo también en quienes abusen de la realidades virtuales que nos traen las nuevas tecnologías.

Como conclusión podemos afirmar que es muy positivo explorar nuestros propios sueños y disfrutar de ellos, adentrándonos si podemos en el mundo de lo sueños lúcidos, pero siempre con los pies aferrados a la tierra sin olvidar nunca que los sueños, sueños son.

Finalmente, quiero dejaros un vídeo con un excelente documental donde se trata con rigor el tema de los sueños lúcidos. No os lo perdáis.