La verdadera conspiración es el propio terraplanismo
La verdadera conspiración es el propio terraplanismo y es hora de que empecemos a ser conscientes de su verdadero peligro. Aunque sus miembros piensan que el mundo ha sido engañado para creer en una Tierra esférica, hoy en DaVinci quiero explicaros que realmente lo han sido ellos, de una manera perfectamente planificada y organizada.
Aunque aún mucha gente piense que la creencia en la Tierra plana llegó hasta le Edad Media, lo cierto es que se sabe que la Tierra es esférica desde hace más de 2000 años. Ya Aristóteles, en el siglo IV antes de Cristo, así como el famoso geógrafo griego Ptolomeo, mantuvieron que la Tierra era esférica. Lo interesante es que estos autores griegos llegaron a sus conclusiones con la mera observación y mediante pruebas empíricas tan obvias como el movimiento de las estrellas en el firmamento.
En contra de lo que aún sigue defendiéndose equivocadamente en algunos libros de historia, en la Edad Media la creencia en la Tierra plana era algo residual. Es completamente falso que Colón encontrase oposición a su viaje porque sus coetáneos pensasen que la Tierra era plana y no podría llegar a su objetivo. Ni siquiera la Iglesia consideraba en aquella época seriamente la teoría de la tierra plana ya que autores cristianos, como san Agustín en el siglo V, Isidoro de Sevilla y Beda el Venerable en el siglo VII o Tomás de Aquino en el siglo XIII, afirmaron sin lugar a dudas que la Tierra era una esfera.
Lo que sí ocurrió en la Edad Media, y por eso se la conoce como una época oscura, es que las ideas radicales religiosas sumieron al mundo en un rechazo casi generalizado a la ciencia, provocando un atraso cultural y moral del que aún estamos recuperándonos.
Entonces cabe preguntarse:
¿Por qué ahora se resucita la idea de la Tierra Plana?
El terraplanismo surgió con fuerza en 2014 cuando Eric Dubay, divulgó un PDF, a forma de manifiesto, donde en 35 páginas exponía 200 pruebas de que la tierra era plana. El documento es, obviamente, fácilmente rebatible por cualquier persona con un mínimo de formación científica. Aún así, consiguió una gran popularidad, debido al inesperado apoyo de figuras populares, como jugadores de la NBA o actores y actrices de Estados Unidos. Después, una flota de memes, llenos de mensajes simplista, grupos en redes sociales y youtubers, terminaron de popularizar la peculiar teoría hasta alcanzar su nivel de expansión actual.
Si observamos bien cómo se produce esta campaña terraplanista, encontramos un increíble mimetismo con la metodología seguida, muy poco después, en la campaña de Donald Trump (2016) o el referendum del Brexit (2016), por poner un ejemplo. Además, se da la curiosa circunstancia de que, entre los seguidores de la teoría de la Tierra plana son mayoritarios los miembros de partidos ultraderechistas o populistas, los negacionistas de las vacunas, los creacionista e incluso, en la actualidad, los negacionistas del coronavirus.
¿De dónde surge entonces esta extraña amalgama de pensamientos retrógrados en pleno siglo XXI?
La respuesta es que existe una verdadera conspiración, pero no es la de una élite científica que, desde hace casi tres milenios, nos mantendría creyendo en una tierra esférica, para no se sabe qué extraños fines. La verdadera conspiración proviene de un poder económico, que ve como el mundo progresa imparable hacia la universalización de conceptos de solidaridad, igualdad y ecología, que atentan claramente contra sus intereses tradicionales. Unas élites que han encontrado, en la manipulación de masas mediante el uso de Internet, especialmente de las redes sociales y de los medios de comunicación, el método ideal para controlar la sociedad.
El terraplanismo no es más que la prueba inicial de puesta en marcha de un sistema de manipulación de la población a gran escala.
Al ser capaces de convencer a miles de personas de una idea absurda, que había sido descartada por la humanidad hace miles de años, han demostrado su capacidad para controlar la sociedad. Por eso, la verdadera conspiración es el propio terraplanismo. Derivado de su éxito, estamos asistiendo a continuas campañas de desinformación en los medios de comunicación, perfectamente planificadas, que amenazan con llevarnos a una nueva edad oscura. Una nueva época que estará dirigida por partidos políticos y dirigentes con ideologías extremistas y retrógradas.
Los terraploanistas deberían empezar a comprender que no hay mayor conspiración que hacer creer a sus miembros que, en realidad, son los demás los que están conspirando.
Si no nos damos cuenta a tiempo de lo que de verdad está en juego y no somos capaces de controlar el mar de falsedad y manipulación en que estamos inmersos, quizá nos terminemos por caer por el borde la de Tierra plana.
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