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Tiempo circular

Viajes en el tiempo. El tiempo circular (Primera parte)

La posibilidad de realizar viajes en el tiempo es una de las constantes de la fantasía de ciencia ficción de nuestra época. Sin embargo, la ciencia actual se plantea esta posibilidad como algo perfectamente real y ha elaborado no pocos modelos matemáticos y físicos que nos acercan al momento en que estos viajes se puedan realizar.

Fue Albert Einstein y su teoría de la relatividad general la que abrió la senda del viaje en el tiempo al demostrar, para sorpresa de muchos, que el tiempo era relativo al observador. Algo que parecía a priori un auténtica majadería pero que resultó posteriormente demostrado más allá de toda duda gracias a la mejora constante de la tecnología.

Tanto es así que los satélites artificiales que orbitan la tierra deben modificar sus relojes de acuerdo a la teoría de la relatividad, ya que el tiempo en órbita transcurre de forma distinta que en la superficie de la tierra, debido al efecto de la gravedad y de la velocidad. En un solo día, si no se ajustasen los relojes atómicos de los satélites, éstos acumularían errores de kilómetros de distancia siendo completamente inútiles.

Einstein, además, estableció el modelo del espacio-tiempo. Este modelo considera al tiempo como una dimensión más y al conjunto espacio-tiempo como una entidad sujeta a alteraciones y deformaciones.

Con este concepto en mente el viaje en el tiempo empieza a aparecer como posible en el horizonte científico. De hecho, a ciencia actual admite de forma generalizada la realidad del viaje hacia el futuro (todos viajamos al futuro a una velocidad temporal de 1 minuto por minuto). Con la teoría de la relatividad en la mano, bastaría una nave capaz de viajar a una velocidad cercana a la velocidad de la luz (299.792,458 km/s para los curiosos), para viajar al futuro, ya que en el interior de la nave el tiempo transcurriría mucho más lentamente que en el exterior. El problema es que el viaje sería sólo de ida ya que no habría manera del volver al pasado.

Pero no es sólo un problema tecnológico al que se enfrentaría un posible viajero en el tiempo, sino que se encontraría cara a cara con algo mucho más difícil de afrontar: las paradojas temporales.

Todos hemos visto películas en que un científico avezado decide viajar al pasado y modificar la historia. El viaje suele terminar creando terribles paradojas temporales que el guionista de turno soluciona de manera más o menos ingeniosa en la ficción, pero ¿qué ocurriría en un viaje real?. Pongamos el ejemplo más típico, la paradoja del abuelo:

“Un viajero temporal regresa al pasado y asesina a su abuelo, con lo cual el no nacerá y no podrá realizar el viaje al pasado para asesinar a su abuelo. Pero si no llega a viajar su abuelo vivirá y él sí nacerá, regresará al pasado de nuevo volviendo a matar a su abuelo y vuelta a empezar…..”

Las paradojas temporales rompen el análisis lógico
Las paradojas temporales rompen el análisis lógico

La paradoja suele terminar en un bucle infinito de repeticiones sin fin. Las respuestas ofrecidas por la ciencia a estas paradojas han sido básicamente dos:

  • Solución A. En realidad el viajero no modifica su pasado y lo que ocurre es que se crea una nueva línea temporal en la que él no existió nunca. De esta manera, el tiempo se bifurca en líneas temporales paralelas en cada modificación del pasado realizada. Estamos hablando, por supuesto, del multiverso, una solución elegante y que da para muchas películas de ficción, (aunque a todos nos rechina pensar en incontables copias de nosotros mismo viviendo por ahí).
  • Solución B. Existe un mecanismo, que no conocemos como funciona pero que, de alguna manera, llegado el momento impedirá que el viajero pueda modificar el pasado afectando a su futuro. Obviamente es una solución poco científica que en lugar de basarse en la evidencia lo hace en la Fe en un universo que preserva su propia entidad espacio temporal. Se nos antoja una solución facilona que se parece demasiado a decir simplemente que no hay paradojas…. ¡porque no y basta!

Existen otras posibles respuestas pero suelen ser variantes de estas dos opciones básicas e igual de insatisfactorias que éstas.

Es por eso que desde Davinci quiero sugerir una nueva teoría a estudiar. Se trata de un nuevo modelo temporal capaz de eliminar las paradojas y despejar la posibilidad de viajar en el tiempo hacia delante y hacia atrás sin que impedimento tecnológico alguno  lo impida. Llamaremos al nuevo modelo “El tiempo circular”. Esta teoría las abordaremos en profundidad en la segunda y tercera parte de este artículo, no o te las pierdas.

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